El detenido y dos de sus cómplices habrían llegado  a Huamachuco para asesinar a un sujeto que trabaja como seguridad del hijo del dueño de un bosque vinculado a la minería ilegal en Coigobamba. Autoridades de Huamachuco y comités de seguridad evalúan exigir estado de emergencia.

Como se temía. Huamachuco se está volviendo una zona roja como Pataz ante el desplazamiento de bandas de mineros ilegales hacia los caseríos de esta localidad de la provincia de Sánchez Carrión. 

La tarde del domingo, la Policía tras una persecución a balazos logró detener a un presunto sicario en poder de armamento, tras ser sindicado de intentar acabar con la vida del guardaespaldas del hijo del dueño de un bosque en el caserío de Coigobamba. Un predio que sirve de guarida para los parqueros que operan la red de socavones ocultos entre el follaje de los eucaliptos.

Según información policial, el detenido junto a sus dos cómplices aparecieron a bordo de una camioneta de placa de rodaje AKA-595 por las inmediaciones de los terrenos del bosque Polo. Su actitud sospechosa llamó la atención de la ronda campesina que intentó intervenir el vehículo desatándose un enfrentamiento.  

Los sujetos escaparon raudamente del lugar, pero fueron interceptados por la Policía en el sector la Cuchilla, cerca al cuartel de Huamachuco. Los agentes policiales tuvieron que hacer disparos para lograr detener a Luigi Haniel Fernández Lázaro, natural del distrito El Porvenir (Trujillo). Sus dos acompañantes lograron darse a la fuga. En el lugar quedaron regados los casquillos de bala.

La camioneta, que según Sunarp pertenece a Gisella Apolinario Vargas, terminó con los vidrios rotos tras recibir varios impactos de bala del enfrentamiento. La PNP también logró incautar una mochila con armamento. 

Según la hipótesis policial, los sicarios vinieron para cobrarle una cuenta pendiente a la seguridad personal de Pedro Polo Lozano, hijo del dueño del bosque Polo. El hombre de seguridad es un conocido en la zona y al parecer tuvo disputas en la ciudad de Pataz por cobro de cupos y por eso se ocultaba en Coigobamba. 

El hecho también se relaciona con la intervención de dos camiones que salieron del bosque Polo con treinta toneladas de mineral robado. El financiamiento de esta ilegal operación habría sido reclamado y desde Coigobamba, al parecer, se negaron a devolver el dinero. 

“Estos sicarios vienen por encargo de organizaciones delincuenciales. Aquí, posiblemente, el tema sea por un cobro pendiente, por no devolver algún bien material o quizás por decomiso de alguna carga. Serán las investigaciones fiscales las que determinen los motivos. El detenido Luigi Haniel Fernández Lázaro tenía una mochila con armamento y dijo que venía de El Porvenir en Trujillo”, reveló uno de los oficiales a cargo.

Lo cierto y concreto es que la presencia de bandas criminales es una realidad en Huamachuco, principalmente en Shiracmaca y Coigobamba. Se trata de dos caseríos donde la minería ilegal sigue vigente y cuyas autoridades vecinales muestran cierta complicidad  y poca colaboración con la Policía Nacional.

Los nombres son los mismos y ahora tienen entre sus colaboradores a delincuentes procedentes de Pataz. El estado de emergencia, para algunas autoridades, podría frenar un avance que ya inquieta a la ciudad.

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