Venezolano de 27 años fue asesinado a balazos por negarse a pagar 5 soles a sanguinario extorsionador ‘Caracortada’, quien se encuentra prófugo junto a sus compinches. Había llegado al Perú hace dos años para ayudar a su familia por la crisis en Venezuela
Orlando Abreu fue asesinado la tarde del 26 de enero en el puesto que él tenía en un mercado de Trujillo, en La Libertad, en Perú.
Orlando Abreu llegó al Perú escapando de la dura crisis social y económica que vive Venezuela a causa del régimen de Nicolás Maduro. Fue en el 2019 que decidió dejar su país para llegar al nuestro y empezar de cero.
La víctima era de Aragua y su padre es un popular cantante de música llanera y residían en el sector La Frontera. Un allegado a la familia detalló a Caraota Digital de Venezuela que él y sus padres atendían un negocio familiar en Aragua, un restaurante llamado Rancho Turístico y Campestre El Folklore. La fuente señaló que la familia Abreu es reconocida en la zona y nunca tuvieron problemas con nadie.
Aseguran que el joven de 27 años llegó solo al Perú y su familia se quedó en Venezuela. Allá dejó a dos hermanos, quienes junto a sus padres lloran la muerte de Orlando a manos del delincuente ‘Caracortada’.
Orlando Abreu, de acuerdo a testimonios de personas que lo conocían en Trujillo, era un hombre correcto y muy trabajador. Se dedicaba a la venta de sortijas y aretes de fantasía y ropa en un puesto del mercado en la calle Sinchi Roca.
CRUEL ASESINATO
El día de la muerte de Orlando Abreu, testigos reportaron que el asesino se le acercó a la víctima y empezaron a discutir, pero el venezolano en todo momento le pidió calma. Posteriormente, el delincuente extrajo un arma de fuego y con total sangre fría le disparó hasta cuatro balazos ante la sorpresa de los transeúntes.
Tras cometer el crimen, ‘Caracortada’ huyó. Los amigos del herido lo trasladaron al Hospital Belén, donde quedó internado y falleció después de una hora de su ingreso.
Para la Policía, los responsables serían miembros de una banda dedicada a extorsionar a comerciantes informales que se ubican en los alrededores del mercado zonal Palermo para obligarlos a pagar cupos por los espacios donde venden sus productos”.