La indagación se realiza por el presunto delito de abandono y actos de crueldad en contra de animales. El perro «Sereno» fue agredido en La Perla.
La Novena Fiscalía Penal Corporativa del Callao inició una investigación preliminar por la presunta agresión contra el can llamado “Sereno”, ocurrida cerca de la sede del serenazgo del distrito de La Perla.
A través de sus redes sociales, el Ministerio Público informó que la indagación se realiza por el presunto delito de abandono y actos de crueldad en contra de animales domésticos y silvestres.
Asimismo, dio a conocer que se están recopilando las declaraciones de los denunciantes, testigos y médico veterinario que atendió a la mascota; y que además se recaban videos de cámaras de seguridad.
La agresión contra «Sereno» salió a la luz tras denunciarse otros casos similares, como el de La Victoria, donde el sujeto identificado como Alonso Santa Cruz Túpac Yupanqui acuchilló a «Dachi», una perrita de raza pug. Por este condenable hecho, fue sentenciado a un año y seis meses de cárcel efectiva y al pago de S/ 5,000 de reparación civil.
De igual manera, Giusseppe Miani fue condenado a 10 meses de pena suspendida por golpear en el distrito de Breña a «Asap», otro perro de raza pug, el pasado domingo, en un edificio de apartamentos.
A él se le dictó comparecencia simple debiendo cumplir una serie de reglas de conducta, así como no tener mascotas durante este tiempo, realizar el pago de 400 soles por concepto de reparación civil y 1,084.58 soles de días multa
Falta de empatía
De acuerdo con el psicólogo Manuel Saravia Oliver, director del Instituto Guestalt de Lima (IGL), una de las características principales del maltratador de animales es la falta de empatía, dado que es incapaz de ponerse en el lugar de un animal dependiente, vulnerable e incapaz de defenderse.
“Son personas que no experimentan ningún tipo de remordimiento o sentimiento de culpa por el dolor que pueden generarle al animal. Son personas bastante insensibles al sufrimiento ajeno”, comentó a la Agencia Andina.
Saravia señaló que estas torturas esconden muchas veces una razón más profunda y oscura, como el placer o la diversión, lo cual puede ser síntoma de una personalidad disocial o la psicopatía primaria.
Precisó que las personas con trastorno disocial son impulsivas, egoístas e insensibles a los sentimientos de los otros; también mienten, manipulan y pueden romper las leyes sin sentirse culpables. En ese sentido, resaltó que, de no ser tratados profesionalmente de manera oportuna, puede generar que esa violencia también sea dirigida contra los seres humanos.
“Algunos estudios sobre el maltrato físico y la salud mental indican que aquellas personas que realizaron actos de crueldad animal en el pasado son cinco veces más propensas a cometer violencia intrafamiliar en el futuro”, agregó.