0 4 mins 11 meses

El delantero peruano lidera al conjunto ecuatoriano en la final del 28 de octubre ante Fortaleza de Brasil

El peruano Paolo Guerrero es ‘el Renacido’, un futbolista singular que se negaba a retirarse en el ostracismo y que recaló en Liga de Quito con la misión de liderar al club ecuatoriano para alzar por segunda vez la Copa Sudamericana, una tarea que puede lograr el sábado en la final ante Fortaleza.

A sus 39 años, cuando casi nadie apostaba ya por él, sobre todo tras salir por la puerta de atrás del Racing argentino, Paolo Guerrero aceptó la oferta de Liga Deportiva Universitaria para integrarse al equipo a mitad de temporada con el aliciente de jugar la Sudamericana

Y el peruano no defraudó.

Con un hambre de gol insaciable y un espíritu competitivo indomable, ‘el Depredador’ recuperó con la camiseta alba de Liga de Quito su mejor versión desde el Mundial de Rusia 2018, al punto que ha vuelto a ser titular con la selección de Perú en las eliminatorias para la Copa del Mundo de 2026.

Si bien Guerrero no ha hecho tantos goles como se esperaba en un inicio con Liga, los pocos que ha anotado han sido decisivos para conducir al ‘Rey de Copas’ de Ecuador a una nueva final internacional después de doce años.

El peruano se ha vuelto uno de los referentes del equipo, respetado por el vestuario, que ve en él una figura que infunde temor en las defensas rivales y confianza en sus compañeros, justo lo que le faltaba a Liga, que durante la primera mitad de la temporada se había hartado de fallar goles por no contar con un rematador nato.

Los tres goles que ha hecho Guerrero con Liga de Quito han sido en la Copa Sudamericana, y el primero no se hizo esperar. Fue en su debut, en el partido de ida de los octavos de final y sirvió para derrotar por 0-1 al Ñublense chileno.

El encuentro de vuelta se complicó más de la cuenta para Liga, pues Ñublense venció por 2-3 y forzó la tanda de penales, donde Guerrero no dudó en ser el primero de su equipo en patear y así comenzar con buen pie una ronda que el cuadro ecuatoriano se terminó llevando por 4-3 en los lanzamientos desde los once metros.

La misma historia se repitió en los cuartos de final ante Sao Paulo, pues la eliminatoria se definió en los penales (4-5) y Guerrero nuevamente fue el primero en patear y anotar un tanto que le costó la tarjeta amarilla al dedicar al Morumbí una «C» hecha con la mano, en referencia al Corinthians, su anterior equipo.

Ya en semifinales salió el Guerrero estratosférico de las grandes ocasiones al hacer un doblete en la primera parte del encuentro de ida ante el Defensa y Justicia argentino, al que Liga acabó derrocando por 3-0, lo que le valió para pasar a la final tras empatar sin goles el partido de vuelta en Buenos Aires.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *