Las Fuerzas Armadas mantienen un despliegue permanente en Pataz, La Libertad, y el Vraem para enfrentar la minería ilegal, la criminalidad y los remanentes terroristas, mediante acciones integradas con la Policía y otras instituciones del Estado.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general David Guillermo Ojeda Parra, informó que en Pataz, provincia en estado de emergencia, se ejecutan operaciones conjuntas con la Policía Nacional para combatir la delincuencia y la extracción ilícita de minerales.
Explicó que en la zona «no solo intervienen las Fuerzas Armadas y la Policía, sino también entidades como la Sunat, el Ministerio de Energía y Minas, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental y, en algunos casos, la Defensoría del Pueblo, todas integradas en acciones simultáneas«.
El alto mando detalló que también participan instituciones como Sucamec y Sutran, lo que permite reforzar los controles a las actividades extractivas y de transporte. «Realizamos operaciones integradas y coordinadas (…) también con otras instituciones«, indicó en Radio Nacional.
Añadió que el objetivo es lograr «un control más acucioso y minucioso de las actividades, a fin de formalizar la minería, darle seguridad a la población y que retorne a la normalidad«.
Avances en el Vraem
Respecto al Vraem, Ojeda Parra destacó que la presencia de remanentes terroristas se ha reducido de forma significativa en los últimos 25 años, producto del trabajo sostenido de las Fuerzas Armadas.
«Comenzamos con más de 35 distritos en estado de emergencia; ahora ni siquiera la quinta parte. Estamos dando oportunidad para que la población se desarrolle«, sostuvo.
El jefe militar afirmó que los cultivos alternativos, como la piña golden y el cacao, han sido determinantes para brindar nuevas oportunidades económicas.
«Los cultivos alternativos son actividades que permiten un medio de vida. La población deja de lado la hoja de coca y pasa a actividades que la reivindican ante la sociedad«, enfatizó.
Servicio militar
Ojeda Parra resaltó además el impacto social del servicio militar, especialmente por medio de los centros técnicos productivos donde los jóvenes reciben capacitación en oficios que fortalecen su empleabilidad.
«Nuestro personal de tropa aprende un oficio durante el servicio y también puede acceder a institutos tecnológicos de las Fuerzas Armadas«, comentó.
Indicó que quienes concluyen esta etapa pueden profesionalizarse en electricidad, mecánica o carpintería, lo que facilita su incorporación al sector formal.
«Esto les permite insertarse en la población económicamente activa, encontrar un trabajo y cumplir sus sueños al salir del servicio militar con una profesión«, precisó.
