Formar el hábito lector en los escolares no solo es un compromiso de los maestros, las familias también pueden hacerlo en casa. Especialista de Ediciones Corefo nos explica cómo lograrlo.

        Promover la lectura trae diversos beneficios para los niños y adolescentes: aprender nuevo vocabulario, mejorar la ortografía, fortalecer la capacidad de concentración y atención, fomentar la curiosidad y estimular la imaginación y creatividad. Sin embargo, todos estos beneficios solo podrán obtenerse si la lectura se convierte en un hábito.

Este hábito puede ser promovido con el apoyo de toda la familia. Afortunadamente, pese a todas sus consecuencias negativas, la pandemia del COVID-19 y la masificación de las clases virtuales han traído un efecto positivo: los padres de familia están hoy más involucrados que nunca en la educación de sus hijos.

“El colegio no es el único espacio en el que se promueve la lectura. No les toca solo a los maestros. La familia tiene un rol clave para promover la lectura, sobre todo hoy que la escuela ya está en nuestras casas”, afirma Graciela Zapata, Especialista de Ediciones COREFO, que además da los siguientes consejos a los padres de familia.

  1. Diversión, no obligación. Ser forzado a leer, ya sea como una tarea escolar o por obligación en casa, no es la mejor manera de iniciar a un niño en la lectura. Lo más probable es que simplemente se aburra o le cause rechazo. Lo mejor es motivarlo a elegir por sí mismo, dándole a escoger entre historias que tengan que ver con temas que sean de su interés como aventuras, deportes, animales, ciencia ficción, etc.
  2. La tecnología es una aliada. Hoy, los niños están muy acostumbrados al uso de la tecnología, como tablets y celulares. Muchos padres las ven como un “enemigo” de la cultura y lectura, pero no es verdad. Puedes descargar aplicaciones de lectura, como la del Amazon Kindle, que incluso contiene una variada oferta de libros gratuitos o a precios muy accesibles.
  3. Las novelas clásicas no son la única opción. La literatura ofrece una gran variedad de contenidos y géneros, desde cuentos infantiles, diarios, revistas, biografías de grandes personajes, obras de teatro para niños hasta incluso cómics o mangas. Cualquier niño o adolescente puede elegir entre estos géneros y leer el que realmente sea de su interés.
  4. Enseña con el ejemplo. El ambiente en el hogar es fundamental. Si hay libros en casa, el niño o niña, así sea por pura curiosidad, los abrirá y puede quedar cautivado. Por eso, la mejor manera de promover la lectura es con el ejemplo. Si la familia tiene el hábito de la lectura, es más probable que los niños también lo aprendan.
  5. Nunca es muy temprano para empezar. Los niños más pequeños deben ser expuestos a la lectura incluso de cosas tan simples como recetas, instrucciones para armar un juguete, adivinanzas o mensajes de texto. “Todas estas son pequeñas herramientas que generan un ambiente de cercanía hacia la lectura. La idea es que leer se vuelva algo divertido, relajado y cotidiano”, recalca la especialista.

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